El acceso a la información ni siempre se traduce necesariamente en más conocimiento o sabiduría. Por ello, hemos creado el quiz “¿Quién quiere crecer en consciencia regenerativa?” para que de forma rápida y sencilla aumentes tu “awareness” en estos temas.
A. Fairtrade
La certificación Fairtrade se otorga a productos que cumplen con estándares específicos relacionados con prácticas comerciales éticas y condiciones laborales justas.
Este sello busca mejorar las condiciones de vida de los agricultores y trabajadores en regiones en desarrollo, asegurando precios justos, prohibición de trabajo infantil y prácticas agrícolas sostenibles.
Los estándares pueden variar según el producto y la región, pero comparten criterios fundamentales. Estos incluyen:
- Precio mínimo garantizado para evitar fluctuaciones;
- Prohibición del trabajo infantil y forzado;
- Igualdad de género para lograr una participación equitativa;
- Búsqueda de prácticas agrícolas sostenibles para minimizar el impacto ambiental y gestionar de manera responsable los recursos naturales.
Además, se fomenta la transparencia en las transacciones comerciales, y en muchos casos, se impulsa el comercio directo entre productores y compradores.
La certificación Fairtrade debe renovarse periódicamente, generalmente cada 1 a 3 años.
Los productores y las empresas certificadas están sujetos a auditorías regulares para garantizar que sigan cumpliendo con los estándares de Comercio Justo.
¿Conoces productos certificados Fairtrade?
Sabe más en: Fairtrade internacional
B. Ecolabel
La Etiqueta Ecológica Europea o Ecolabel, es la etiqueta ecológica oficial de la Unión Europea que se crea en el año 1992 para certificar aquellos productos ecológicos que tienen muy en cuenta la protección del medio ambiente.
Los estándares de ecolabel pueden variar según la organización que emite la certificación y el tipo de producto o servicio evaluado. Sin embargo, algunos criterios comunes que suelen abordarse incluyen:
- Eficiencia energética: Evalúa el consumo y la eficiencia energética del producto.
- Gestión de residuos: Considera la reducción, reutilización y reciclaje de residuos durante la producción y el uso del producto.
- Uso de materiales sostenibles: Verifica el uso de materiales que sean respetuosos con el medio ambiente y preferiblemente reciclables o renovables.
- Emisiones y contaminantes: Evalúa y limita las emisiones de contaminantes y sustancias químicas peligrosas.
- Impacto social: Algunos ecolabels también consideran aspectos sociales, como prácticas laborales éticas y justas, si por ejemplo, los trabajadores involucrados en la producción del producto tienen condiciones laborales seguras, salarios justos y beneficios adecuados.
En muchos casos, la certificación no es vitalicia y debe renovarse periódicamente.
La Ecolabel certifica actualmente más de 70 mil productos y servicios de muchos tipos, como son los siguientes:
- Pinturas
- Productos de jardinería
- Productos de limpieza
- Productos de cuidado personal
- Muebles
- Colchones
- Papel
- Ropa y calzado
- Ordenadores
- Televisores
- Calentadores
- Hoteles
- Campings
Cada organización de certificación tiene sus propios criterios, procesos y períodos de renovación, lo que puede resultar confuso para los consumidores y dificultar la comparación entre productos. Esto también puede generar dudas sobre la veracidad y fiabilidad del sello, socavando la confianza. ¡Ojo!
C. Cradle to Cradle
La respuesta correta es Cradle to Cradle.
Consideramos que la certificación Cradle to Cradle es la joya de la corona entre las certificaciones, y es cierto que todavía hay mucha gente que no la conoce, ¿verdad?
Cradle to Cradle (Cuna a Cuna) es un enfoque de diseño que aspira a crear productos sostenibles desde su concepción hasta su disposición final.
Nace de la colaboración entre el químico Michael Braungart y el arquitecto William McDonough en la década de 1990. Juntos, desarrollaron la filosofía y el marco de diseño que más tarde se convertirían en Cradle to Cradle. Su visión va más allá del típico enfoque, no solo buscando minimizar el impacto ambiental de los productos, sino también contribuir positivamente a la salud del planeta y de sus habitantes.
Si se aparta del modelo lineal de producción y eliminación de residuos, adoptando un enfoque circular que abarca cada etapa del ciclo de vida de un producto. La certificación Cradle to Cradle evalúa los productos en cinco categorías:
- Materiales saludables, selección de materiales seguros y saludables;
- Reciclabilidad, promover un ciclo cerrado de materiales;
- Energía renovable, uso de energía renovable;
- Gestión del agua, uso responsable del agua en todas las etapas del ciclo de vida del producto;
- Equidad social, incluye la promoción de prácticas laborales justas, seguras, así como el respecto por las comunidades locales.
Los productos pueden recibir diferentes niveles de certificación, como «Básico», «Bronce», «Plata», «Oro» o «Platino», dependiendo del grado en que cumplen con los estándares de sostenibilidad y regeneración establecidos por Cradle to Cradle. Estos niveles reflejan el compromiso y el rendimiento ambiental del producto.
La certificación Cradle to Cradle debe renovarse cada 2 a 3 años, mediante una revisión para garantizar que los productos certificados sigan cumpliendo con los criterios de diseño sostenible y regenerativo.
¿Conoces productos certificados Cradle to Cradle?
D.Análise de Ciclo de Vida
La mención a la AVC fue para despistar. No se trata de un sello, sino de una metodología que evalúa el impacto ambiental de un producto o servicio a lo largo de todas las etapas de su vida, desde la extracción de materias primas hasta su disposición final.
Los parámetros evaluados en un «Análisis de Ciclo de Vida» típicamente incluyen:
- Consumo de recursos naturales: evaluación de la cantidad de recursos naturales utilizados durante todas las etapas del ciclo de vida;
- Emisiones y residuos, la medición de las emisiones de contaminantes al aire, agua y suelo, así como la generación de residuos sólidos;
- Impactos ambientales: Evaluación de los impactos ambientales potenciales asociados con el consumo de recursos y la generación de emisiones y residuos;
- Eficiencia energética: Análisis de la eficiencia en el uso de la energía a lo largo del ciclo de vida del producto o servicio;
- Costos ambientales: Evaluación de los costos ambientales asociados con los impactos ambientales identificados, que pueden incluir costos de mitigación, costos de tratamiento de residuos.
Otra metodología es la – Evaluación del Impacto Social del Ciclo de Vida. Hablaremos de ella en otra ocasión.
¿Estás familiarizado con estas metodologías?
¡Gracias por leer… hasta el final! 🙂